jueves, 25 de noviembre de 2010

¿Jóvenes, identidades, categorías, estigmas, estilos, representaciones, consumos? ¿O antropología de las distinciones?

Laura: Tu proyecto está orientado a entender el surgimiento de nuevas formas de lo que se pude llamar como identidades juveniles. Se trata, dices, de una categoría que tiene una historia, es producto de una construcción social, asociada a los arreglos sociales de la posguerra, y a las diversas reacciones a ella expresadas en términos de identidad (me parece que fue justamente en el momento en el que surgió el tema de la identidad en los estudios) y de estigma. La pregunta es cómo ha ocurrido esto en Chiapas: ¿cómo se produce la categoría de jóvenes y sus múltiples adaptaciones, recepciones y reacciones o resistencias? ¿Entiendo bien? En ese sentido, y pensando en la posibilidad de ir más allá de los estudios de la llamada identidad (un término que ha sido utilizado –superficialmente creo- para aproximarse a algo que yo propondría debería ser entendido como nuevas formas de distinción social –en términos de Bourdieu- y que va más allá de las ideas de la emergencia de una especie de resistencia casi natural de los jóvenes) te propongo poner en consideración la crítica misma de las formas en que se ha aproximado la antropología al tema. Para ello te expreso los siguientes comentarios.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

¿Antropología de la migración, el trabajo y el dinero?

Considero que hay algunos aspectos de sus proyectos que confluyen en el análisis de los cambios (de identidad dice Jania, de desarrollo dice Lupita, o de sobrevivencia en el caso de Norma) generados por las transformaciones en el trabajo, la organización de la familia y el uso del dinero, ya sea entre población que recibe remesas de migrantes en otros sitios, como de aquella que se mueve hacia lugares de trabajo y desarrolla diversas alternativas de inserción laboral para sobrevivir, entre ellas el trabajo infantil. Sus intereses las ubican en posiciones en que es posible analizar el entrecruzamiento de amplios ciclos demográficos y laborales y diversas estrategias específicas y localizadas de organización la familia. ¿Deberíamos conversar en torno a una antropología del trabajo?

martes, 23 de noviembre de 2010

¿Una antropología del espacio, el cambio cultural, las políticas públicas y el desarrollo?

Un comentario para todos los aquí incluidos: al parecer nos enfrentamos con situaciones en las que se traslapan proyectos (megaproyectos) de desarrollo y localización de esos proyectos en zonas específicas, que modifican diversos aspectos de la vida (la cultura dice Martha, el espacio dice Martin, la memoria dice en parte Daniel Felipe, las identidades dice Jania). Estamos también ubicados en un nivel de análisis muy específico, el nivel complejo de la vida cotidiana de los funcionarios menores, los científicos locales, los empresarios y de las poblaciones objetivo de estos proyectos (y no de las burocracias transnacionales y nacionales que elaboran los proyectos). Deberíamos compartir reflexiones en torno a lo que significa hacer antropología del desarrollo, de las políticas públicas y del cambio cultural en este contexto.

Referentes (muy) generales para ubicar el desarrollo del concepto de cultura en la antropología

El surgimiento del romanticismo alemán, en sus vertientes de corriente política y de método de conocimiento social (en cuya base está el relativismo cultural, principio de amplio desarrollo en la antropología), debe ser contextualizado con respecto a los efectos políticos de la revolución francesa, y a los efectos económicos e industriales de la revolución inglesa. Como ha señalado Isaiah Berlin (1983) en un texto notable, la fragmentación regional prácticamente feudal, la diversidad de lenguas populares, y la influencia política y cultural francesa sobre las élites regionales germanas, dieron como fruto ciertos desarrollos del calvinismo que propugnaban, por una parte, por el retraimiento personal y la relación directa con la divinidad; y por la otra, por la revaloración de lo “verdadero” en contraste con la cultura afrancesada de las élites. Es decir, se perfilaron hacia una revaloración de las prácticas y lenguajes populares entendidos como expresiones “auténticas”, expresiones del “espíritu” del pueblo.

¿Después de la antropología de los ochenta, qué?

Me quedé pensando en la pregunta que uno de ustedes hizo a partir de la lectura de Ortner: ¿después de la antropología de los años ochenta, qué? Creo que hay que tomar en cuenta que el método de exposición de Ortner (Ortner, Sherry. La teoría antropológica desde los años sesenta. Cuadernos de Antropología, Ediciones de la Universidad de Guadalajara, 1993) es didáctico, sirve para el objetivo preciso que trazó para su texto, que es ubicar tendencias de pensamiento antropológico más o menos recientes. Así que quizá la pregunta no sea la correcta y, desde luego, la respuesta mucho menos (después de la antropología de los ochenta… vino la de los noventa). Me parece, más bien, que la pregunta debe ir en el sentido de los problemas que enfrenta la disciplina, no de la sucesión de corrientes, ideas o propuestas ubicadas por décadas. Y los problemas se acumulan: el papel del poder, de la agencia, y de la cultura en un mundo intensamente interconectado y en crisis ecológica. De hecho, por eso se han generado relecturas críticas de autores clásicos (de Marx y Gramsci pasando por Durkheim y Weber, hasta Foucault y Bourdieu, y también por Geertz) para discutir el peso de la historia, de la hegemonía y de la capacidad de acción de los agentes en términos –o no- de sus propios proyectos culturales.
Saludos

Jorge Uzeta.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cultura, de Adam Kuper

Un libro interesante, que resume entre muchas otras, algunas de nuestras discusiones en el curso de Teoría Social y Cultural I, dedicado al concepto de cultura. Es una excelente lectura para los que quieran profundizar en la noción de cultura en antropología.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Modernidad, familia, género y sexualidad

Estimada Guadalupe:
Me parece una idea interesante revisar una teoría constructivista del género que pudiera cuestionar dos perspectivas extremas al respecto de las relaciones sociales: la de Bourdieu, que enfatiza (si entiendo bien tu argumento) la reproducción de las relaciones, y la de Bauman que pone énfasis en la disolución o más bien la licuefacción de las relaciones sociales en lo que él llama la modernidad líquida. ¿Hasta donde las relaciones de género pueden ser vistas como estables y continuadas y hasta dónde no puede haber aspectos de ellas que se disuelvan de alguna manera como parte de procesos contemporáneos relacionados con esa modernidad líquida de la que habla Bauman? La solución buscada está en una perspectiva constructivista, que tome en cuenta tanto los procesos de contunuidad como de disolición. ¿En qué consistiría esta perspectiva? Ese será el centro del ensayo. ¿Entendí bien?

Modernidad, capitalismo y ciencia

Estimado Efrén:
Me parece que hay varias ideas en tu ensayo y quizá una de las primeras tareas sea la de separar. Por ejemplo:
1. Hay una interesante discusión que se podría desarrollar por sí misma sobre la idea de modernidad en Durkheim y Bauman, autores de incio y de finales del siglo XX respectivamente. Sin duda hay algo que podría ligarlos, y es esta idea de la licuefacción. Sin embargo, en estos autores hay una referencia distinta, propia quizá de sus respectivos momentos históricos: Durkheim ve la disolición de la solidaridad tradicional y la emergencia de una especie de crisis de la misma, que lleva a una preocupación por el orden moral de la sociedad emergente. Pero no es un defensor del pasado o la tradición, pues confía en que surgirá paulatinamente un nuevo orden, una nueva moral y una nueva solidaridad fundada en la diferencia (y no en la homogeneidad supuesta hipotéticamente de las sociedades primigenias ni de la heterogeneidad de las sociedades previas). En cambio, Bauman está hablando de un mundo que se disuelve después de que ya apareció esa nueva solidaridad proclamada por Durkheim, después de que emergieron muchas instituciones sólidas que podrían ser (no lo sé) el mundo de la solidaridad orgánica de la que hablaba Durkheim (revisa algunas partes de su libro La división del trabajo social). Esa comparación de dos momentos de la modernidad (la de la emergencia de lo sólido que vivia Durkheim -expresada por ejemplo en su confianza en los gurpos profesionales como los sujetos de la nueva sociedad y la nueva moral-, y la de disolución de los sólidos que observa Bauman (que ve la disolición de sindicatos y de clases en su sentido previo) podría ser una buena razón para un ensayo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Ruptura epistemológica y perspectiva relacional

He planteado en la clase de teorías contemporáneas que algunas de las propuestas princiales de la teoría social parten de dos elemenos: la ruptura epistemológica y un entendimiento de lo social como una realidad relacional. Lo primero corresponde a la idea de que a pesar de las formas concientes y racionalizadas que los actores tienen de sus propias vidas y de su vida social, siempre existen ciertos contenidos inconcientes que condicionan e incluso determinan no sólo el pensamiento sino la acción. Ese es el fundamento de nociones como las de ideología, hegemonía, dominación o dispositivos de poder. Pero no se trata de una forma de la "falsa conciencia", sino sólo de la constatación de que existen ciertos aspectos de la vida social que por diversas circunstancias se naturalizan (por ejemplo, al dar como sentado que las diferencias de sexo o de fenotipo son la base de diferencias sociales) se "sobrenaturalizan" (podríamos decir, como cuando se enlazan ciertas formas de dominio a un orden sobrehumano o divino) o están implicadas en formatos o dispositivos que escapan al control directo de los actores.

¿Explicar, interpetar, entender?

Uno de los debates interesantes en las ciencias sociales ha sido el de las posibilidades de conocimiento de lo propiamente social, humano o cultural. Por un lado, están las perspectivas que proclaman una capacidad amplia de conocer el fenómeno particularmente humano, a veces incluso aplicando las mismas estrategias metodológicas que se aplican en ciencias de lo natural. La estadística, la descripción, la elaboración de hipótesis, la formulación de correlaciones causales entre dos o más factores y el establecimiento de relaciones de determinación jerarquizadas muestran esta aspiración particular por el desarrollo de un conocimiento de lo social más o menos confiable, tanto como el que se genera al respecto de la naturaleza. En cambio hay otros autores que establecen como principio la imposibilidad humana de la comprensión total del fenómeno humano, en todas sus dimensiones y sentidos, en especial si se piensa a esta condición humana definida como una dimensión simbólica, de sentidos, o una trama de significados.

Estudiar la cultura como particularidad

Un amplio grupo de autores ha exporado diversas maneras de entender la cultura como expresión de las cualidades particulares de una sociedad. Algunas de ellas fueron revisadas en el curso. Estudiamos las propuestas para entender la cultura a partir de pautas o patrones (Kroeber), de formas de personalidad o temperamento (utilizando ciertos modelos de la psicología, como en Mead y sobre todo en Benedict) e incluso la idea de Geertz de buscar los paradigmas culturales o los sistemas simbólicos que convierten a las culturas en totalidades significativas. Los estudios se enfocaron, principalmente, en cierto tipo de elementos etnográficos, como los rituales, las fiestas e incluso la pelea de gallos. En estas perspectivas está la idea de que existe de alguna manera un contraste o distancia entre las sociedades y que es el trabajo de la antropología el llegar a explicar esas diferencias o, por lo menos, como en el caso de Geertz, de elaborar interpretaciones que permitan entender esas formas diferentes de organización de los sentidos del mundo.
También revisamos otras formas de entender la cultura como diferencia. Por ejemplo, la idea de la relación entre cultura, lenguaje y pensamiento (Whorf), o su entendimiento como mentalidad (Levi-Strauss, Levy-Bruhl, Darnton), racionalidad (Tambiah), símbolos y sistemas simbólicos (Leach, Turner, Geertz, Sahlins). Igualmente revisamos otros temas que permiten plantear el problema de la diferencia, como son los de cosmovisión y conocimiento (López Austin, Broda, Glockner), identidad, territorialidad y etnicidad (Fischer, Liffman, Lameiras, Bartolomé, Barabas, Velasco, Zárate). ¿De qué manera estos modelos de entendimeinto de la diferencia les hacen pensar en sus propios entendimientos de lo que es la cultura y de lo que van a realizar como trabajo de investigación?

José Luis Escalona Victoria

Sobre cultura en general

Hemos revisado en el curso de Cultura diversas perspectivas conceptuales. Algunas se refieren en general a un amplio espectro de cualidades y procesos que hacen del ser humano algo especial, distinto de la condición puramente animal o natural de la que es parte. Vimos cómo se desarrollaban debates en torno a si es posible hacer una ciencia que estudie esas especiales cualidades, y si se trata de una dimensión de esta realidad humana que pueda ser entendida con conceptos como la evolución (tanto lineal, como multilineal) o la difusión. Vimos también autores que proponían que la cultura se refiere sí a esa cualidad pero relativa a una historia específica, ligada a ciertas condiciones ecológicas o incluso a ciertos patrones o pautas particulares. ¿Es entonces la cultura un proceso general con variaciones regionales e históticas? ¿O se trata de una diversidad de procesos independientes, que se entienden en sí mismos? Para el primer caso revisamos autores que analizaban esa condición humana según etapas y líneas de evolución, desde lo más simple hasta lo más complejo, como Morgan, Taylor, Steward, White, Sahlins y Service; en el segundo caso revisabamos a Boas y a sus seguidores y críticos como Benedict, Mead, Kroeber, Foster e incluso Geertz. ¿Cuál es la perspectiva sobre cultura más adecuada para el entendimiento de la condición humana desde su punto de vista y de acuerdo con sus intereses de investigación?

José Luis Escalona Victoria

Tensiones Antropológicas, LIBRO. José Luis Escalona, Sergio Zendejas, 2022

  Tensiones antropológicas. Reflexividad y desafíos en investigación Nuestro libro explora múltiples tensiones que emergen en la investiga...